Las vidas de Vicaria. Entrevista a la poeta, editora y escritora Josefina Ezpeleta
Por Magarita Polo
La tarde se
hace noche en un abrir y cerrar de ojos, la modorra nos invade a Josefina
Ezpeleta y a mí, mirando el sol bajar por el horizonte, tornando las nubes en
naranjas y rojizas, mientras tomamos la manzanilla habitual de cada encuentro
entre nosotras. A Josefina le encantan las flores, sobre todo la vicaria, de
allí que la utilice como seudónimo, y como el mío es Margarita, jugamos a ser
dos florecitas silvestres al enviar nuestros mensajes cotidianos.
Resulta
apropiado pues un jardín de ensueños, para entrevistar a la poeta, y seguir
deleitándonos con el aroma de las azucenas, gardenias, mariposas y jazmines… observando
a un colibrí libar flores, y las demás aves sobrevolando nuestras cabezas,
mientras hablamos miles de temas dispersos, hasta sorprendernos la Luna llena,
¿tendrá algo que decirnos a las dos aprendices de las vidas anteriores?
Considero que
el mensaje es claro, debo lanzarle la primera pregunta en serio, si no, amanece
sin llegar al tema que nos reunió esta vez: Oye Jo, ¡qué alegría nos
proporciona ver escrito por ti un libro de narrativa! ¿Cómo nació esa idea?
Si supieras que preferiría decir “fue naciendo” y no “nació”. Y te
explico. He estado preparando los materiales para impartir un Taller de Poesía,
donde haremos un recorrido por la poesía a través del tiempo… recordé muchas
formas poéticas conocidas y me enteré de otras que no tenía ni idea, lo
confieso. Entonces me dije que si le voy a pedir a los participantes en el
taller escribir poemas utilizando esas formas poéticas, soy yo la primera que
debo hacerlo. Por lo que todo comenzó como un ejercicio literario, me fui
metiendo más y más en el tema y fue naciendo una idea un poco loca… (¡me
encantó precisamente por eso, por ser un poco loca!).
Como he dicho, quiero hacerme una regresión, pero como no lo he
hecho aún, decidí inventarme vidas anteriores que pudieran escribir esos
poemas. Algunas vidas las seleccioné a partir de la forma poética que quería
apareciera en el libro, otras porque me atraen determinados hechos de la historia…
y así, buscando y buscando en Internet… Sabes que a veces buscando algo aparece
otra cosa y entonces eso me obligaba a desviarme. Pero fueron desviaciones que
en mi opinión, ayudaron a conformar el libro.
Por otra parte quiero decirte que estaba interesada en que fuera
un libro pequeño porque… ahí no están todas mis vidas anteriores…
Creo que
posees casi una biblioteca personal ahora, ¿no? ¿Cuántos libros sumas con este
en tu récord de autora?
No es que tenga tantos, realmente no llevo la cuenta… espérate…
poemarios he publicado: Bosque de bojs,
Ecos de mis antojos, De la Loma al verso —conjuntamente con nuestro querido
hermano Pedro Pablo, como un homenaje a nuestra tierra natal: Holguín—, De mí lo mejor. Tras las ventanas del alma
—poemario donde acompañé a mi hija putativa, Mabel Valdés—, Fusión de almas —mi preferido, donde
comparto con 42 poetas amigos— y Sola en
el arcoíris. Bueno, si sabes contar bien, son seis. Tengo además un libro
de cuentos, Me lo contaron las vicarias,
y otro de cuentos infantiles, Aleteos de
un zunzún.
Nosotras
imaginamos como escritoras, muchos escenarios en nuestra obras, pero ¿Por qué
otras vidas? ¿Crees realmente en el renacer de las personas?
Creo que tuvimos otras vidas, lástima que no las recordemos
conscientemente. Creo que tendremos otras vidas. Vivimos más allá del tiempo y
del espacio. Me gusta citar unas sabias palabras de Gandhi: “Vive como si
fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre.” Hay muchísimas
partes del cerebro humano que no se conocen, que no utilizamos y quién sabe si
allí tengamos archivos guardados de las vidas anteriores. Y por cierto, me
sucedió algo en la vida que me hizo creer aún más en esto, y fue cuando conocí
a nuestra querida Carmen Luisa… casi nos dijimos al unísono: “Yo te conozco de
algún lugar”. Oye, mira que trajinamos hablando de nuestros años en esta vida y
no encontramos ningún momento en que pudiéramos habernos conocido, pero además,
desde un inicio nuestro trato fue como de grandes amigas que sí se conocían y
se conocían bien, por lo que llegamos a la conclusión de que nos habíamos
conocido en una vida anterior.
Cuando me
enviaste el manuscrito observé que en este libro están Josefina editora,
narradora y poetisa. ¿Cómo lograste fundir tres en una sola?
Ya esto no es tan fácil de responder, Márgara. Me pones en cada
aprieto… Creo que no lo pienso, a veces bromeo diciendo que me quito el
sombrero de editora y me pongo el de cocinera, u otros sombreros que he tenido
que ponerme, como el de cajera de Target, el de productora de programas de TV…
Pero yo soy una sola. Lo único que sí escribí aparte fueron los poemas, pero
tanto la narrativa como hacer la edición, el diseño interior y la composición
digital del libro, todo esto lo hice de una sola vez, directamente en la
computadora pues recuerda además, que escribo bastante rápido.
A mi me
encanta lo que haces, creo que hasta lo que tengas en mente hacer, pues
nosotras estamos interconectadas siempre. ¿Podrás deleitarnos en breve con
otros libros tuyos? ¿Qué te queda en agenda?
Mi agenda siempre está llena y a veces pienso que no tengo tiempo
suficiente para cumplir todo lo que tengo en ella. Quiero acabar de hacer mi CD
de poemas, ya los seleccioné, pero quiero que la música sea de mi sobrino
Matthew, que es un compositor excelente, y para ello, hay que traducir los
poemas pues él no sabe español y quiere saber qué digo en cada poema. En eso ha
estado la demora, pero en algún momento saldrá.
En espera de ilustraciones tengo un libro bilingüe de dos de mis
cuentos infantiles: “Y cuenta una polímita” y “Alitas de cristal”. Quiero ir
sacando todos los cuentos infantiles así, de dos en dos, en ediciones
bilingües. Nuestros nietos nacieron aquí la mayoría y hablan inglés como su
lengua madre, pero hablan también español y queremos además que lo mantengan.
Yo quiero colaborar con esa tarea.
Tengo algunos cuentos cortos, pero aún no he decidido publicarlos
en libro alguno… Le debo algo a mi abuela Josefa, a su aldea Barbaruéns… Sigo
escribiendo poemas, ya haré algo con ellos en algún momento.
Y para último he dejado algo que tú más que nadie sabes… una
novela. Está empantanada, ya lo sé, porque como dijo Quino en boca de Mafalda
en una ocasión: “como siempre, lo urgente desplaza a lo importante”. Y es que
un poema sale como un disparo, un cuento corto sale también bastante rápido,
pero una novela se escribe bien diferente. He cometido un grave error, hace
rato no escribo nada en ella y tengo que proponerme escribir aunque sean dos
páginas cada día, o al menos unas cuantas cada semana. “Las dos muñecas de
Rusela” esperan por mí y también por ti, porque quiero que sepan, los amigos
que lean esta entrevista, que esta novela la estamos haciendo a cuatro manos,
espero podamos terminarla. ¿No es así Margara?
Bueno, vamos a
dejar la incógnita en ese punto, ambas tenemos que despojarnos de los múltiples
sombreros y terminar con rapidez esta novela que nos une, precisamente desde
vidas anteriores… De pronto, volamos del escenario, el jardín queda atrás,
nuestras tazas de manzanilla se pierden de vista, volamos, volamos hacia la
Luna llena, nuestras siluetas se dibujan en su rostro ovalado, pero no montamos
en las escobas, sino en plumas gigantes con las que siempre estamos creando
sueños nuevos.
Josefina Ezpeleta y Margarita Polo
Mis vidas anteriores
está disponible en:
Comments
Post a Comment